by Silvia Núñez Gutiérrez
(Blog en español más abajo)
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In education, we often find ourselves focused on what children are “missing”—skills they haven’t yet mastered, words they haven’t learned, or milestones they haven’t reached. This mindset, shaped by a world that prizes quick progress and standard achievements, can keep us from fully seeing each child’s unique abilities. But what if we could shift this perspective? What if we focused on the strengths that multilingual children bring, rather than their gaps? This small change can open up transformative possibilities, especially when we integrate the concept of translanguaging into the classroom.
Translanguaging—using a mix of languages as a tool for expression, learning, and connection—allows children to draw from their entire linguistic toolkit. By encouraging children to use all their languages to understand and communicate, we create a more supportive environment that sees each child’s potential and embraces the richness of their multilingual abilities. Here’s how translanguaging can help us celebrate children’s strengths and support them in meaningful ways.
1. Encourage Language Sharing to Build Community
Translanguaging invites children to move fluidly between languages, using every linguistic resource they have. In the classroom, this might mean encouraging multilingual children to share words, phrases, or stories from their different languages. By allowing children to express themselves in ways that feel natural, we affirm their language abilities, showing them—and their peers—that their full linguistic range is valued.
2. Create Visual Language Aids that Integrate Multiple Languages
Visual aids are a great way to make the classroom environment feel welcoming for all. With translanguaging, these aids don’t need to be limited to one language. Invite multilingual children to help create bilingual or multilingual labels, posters, and picture cards around the classroom. When children see their own languages displayed, they feel a sense of belonging and pride. And when everyone can refer to these resources, it creates an inclusive space where children are not pressured to “choose” one language over another.
3. Celebrate Cultural Knowledge and Traditions Through Translanguaging
Multilingual children often carry cultural insights and experiences that can enrich the learning environment. Translanguaging allows them to bring those cultural stories, songs, and traditions to life in their own voices. For example, if a child shares a story in their home language and then explains it in the classroom’s primary language, they’re practicing a powerful skill while also celebrating their background. This approach lets them see their cultural knowledge as a valuable contribution to the class.
4. Support Collaborative Learning by Valuing All Languages
Pairing children for projects is a great way to promote collaborative learning, and translanguaging enhances these interactions. When multilingual children are encouraged to use their languages during group activities, they can share insights or problem-solving techniques that might not translate easily but are deeply valuable. This approach strengthens their confidence, showing them that their language skills are assets in the classroom.
5. Use Hands-On, Visual Learning to Reinforce Translanguaging
Hands-on materials and visual tools offer children a way to connect with new ideas beyond words. With translanguaging, children are encouraged to use all their language knowledge to understand the concept, even if they initially express their thoughts in multiple languages. For instance, a child might describe a science experiment using a mix of languages, explaining in ways that make sense to them. This practice can boost understanding while affirming that their way of learning is both valid and powerful.
When we embrace translanguaging, we acknowledge that multilingual children’s language abilities are complex, dynamic, and rich. This approach shifts the focus from “fixing” perceived gaps to celebrating what each child already brings to the table. Translanguaging gives multilingual learners a sense of pride in their full linguistic identities, making the classroom a space where they feel seen, heard, and valued.
Let’s make our classrooms places where we focus on each child’s strengths, embrace their languages, and nurture their whole selves. In doing so, we’re not only supporting their academic journey—we’re also teaching them that every part of who they are is worth celebrating.
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Ver el Potencial en Cada Niño: Enfocándonos en las Fortalezas de los Niños Multilingües
En la educación, a menudo nos encontramos enfocados en lo que a los niños “les falta”: habilidades que aún no han dominado, palabras que no han aprendido o metas que no han alcanzado. Esta mentalidad, moldeada por una sociedad que valora el progreso rápido y los logros estandarizados, puede impedirnos ver las habilidades únicas de cada niño. ¿Qué pasaría si cambiáramos esta perspectiva? ¿Y si nos enfocáramos en las fortalezas que los niños multilingües traen, en lugar de sus “deficiencias”? Este pequeño cambio puede abrir posibilidades transformadoras, especialmente cuando integramos el concepto de translenguaje en el aula.
El translenguaje —usar una combinación de lenguas como herramienta para expresarse, aprender y conectarse— permite que los niños aprovechen todos sus recursos lingüísticos. Al animarlos a usar todos sus idiomas para comprender y comunicar, creamos un ambiente de apoyo que ve el potencial de cada niño y abraza la riqueza de sus habilidades multilingües. A continuación, algunas maneras en que el translenguaje puede ayudarnos a celebrar las fortalezas de los niños y apoyarlos de maneras significativas.
1. Fomentar el Intercambio Lingüístico para Crear Comunidad
El translenguaje invita a los niños a moverse fluidamente entre sus idiomas, usando cada recurso lingüístico que poseen. En el aula, esto puede significar animar a los niños multilingües a compartir palabras, frases o historias de sus distintos idiomas. Al permitir que los niños se expresen de manera natural, afirmamos sus habilidades lingüísticas y les mostramos —a ellos y a sus compañeros— que todo su rango lingüístico es valioso.
2. Crear Ayudas Visuales en el Aula que Integren Múltiples Idiomas
Las ayudas visuales son una excelente manera de hacer que el aula sea un espacio acogedor para todos. Con el translenguaje, estas ayudas no tienen que limitarse a un solo idioma. Invita a los niños multilingües a ayudar a crear etiquetas, carteles y tarjetas visuales bilingües o multilingües en el aula. Cuando los niños ven sus propios idiomas exhibidos, sienten un sentido de pertenencia y orgullo. Y cuando todos pueden referirse a estos recursos, se crea un espacio inclusivo donde no se les presiona a “elegir” un idioma sobre otro.
3. Celebrar el Conocimiento Cultural y las Tradiciones a Través del Translanguaje
Los niños multilingües suelen traer consigo conocimientos culturales y experiencias que pueden enriquecer el ambiente de aprendizaje. El translenguaje les permite compartir esas historias, canciones y tradiciones culturales en sus propias voces. Por ejemplo, si un niño cuenta una historia en su idioma materno y luego la explica en el idioma principal del aula, está practicando una habilidad poderosa mientras celebra su origen cultural. Este enfoque les muestra que su conocimiento cultural es una contribución valiosa para la clase.
4. Apoyar el Aprendizaje Colaborativo Valorando Todos los Idiomas
Emparejar a los niños para proyectos es una excelente forma de fomentar el aprendizaje colaborativo, y el translenguaje enriquece estas interacciones. Cuando se anima a los niños multilingües a usar sus idiomas durante actividades en grupo, pueden compartir ideas o técnicas de resolución de problemas que quizá no se traduzcan fácilmente, pero que son profundamente valiosas. Este enfoque fortalece su confianza y les muestra que sus habilidades lingüísticas son activos en el aula.
5. Usar el Aprendizaje Visual y Práctico para Reforzar el Translanguaje
Los materiales visuales y prácticos ofrecen a los niños una forma de conectar con nuevas ideas más allá de las palabras. Con el translenguaje, se les anima a usar todo su conocimiento lingüístico para entender los conceptos, incluso si inicialmente expresan sus pensamientos en múltiples idiomas. Por ejemplo, un niño podría describir un experimento de ciencias usando una combinación de idiomas, explicándolo de una manera que tenga sentido para él o ella. Esta práctica puede aumentar su comprensión mientras afirma que su forma de aprender es válida y poderosa.
Cuando abrazamos el translenguaje, reconocemos que las habilidades lingüísticas de los niños multilingües son complejas, dinámicas y ricas. Este enfoque cambia el foco de “corregir” las deficiencias percibidas a celebrar lo que cada niño ya aporta. El translenguaje da a los niños multilingües un sentido de orgullo en sus identidades lingüísticas completas, convirtiendo el aula en un espacio donde se sienten vistos, escuchados y valorados.
Hagamos de nuestras aulas lugares donde nos enfoquemos en las fortalezas de cada niño, donde abracemos sus idiomas y cuidemos de su ser completo. Al hacerlo, no solo apoyamos su trayectoria académica, sino que también les enseñamos que cada parte de quienes son merece ser celebrada.
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